El II Congreso Internacional de Mundos Indígenas - diálogos sobre historia, derecho y educación - que abarca el período comprendido entre el comienzo del proceso colonial (siglo XVI) hasta los días actuales, tiene como objetivo expandir una red de colaboración diversa a nivel nacional e internacional involucrando, en discusiones interdisciplinarias, la historia de los pueblos indígenas en América. Para hacerlo, es necesario ampliar los diálogos entre los investigadores para construir caminos teórico-metodológicos innovadoras para las investigaciones sobre estos pueblos tradicionales. En los últimos años, los estudios sobre temas indígenas han recibido contribuciones de varias áreas del conocimiento como Antropología, Arqueología, Historia, Educación y Derecho, lo que ha fortalecido la comprensión de la resistencia amerindia a las presiones y violaciones de sus derechos durante más de 500 años. En Brasil, más específicamente desde la década de 1990, la historia indígena se ha legitimado como una dimensión fundamental en la producción de conocimiento, siendo elegida como tema de disertaciones y tesis en diversos programas de postgrado. Esta tendencia también se ha observado en otros países de América Latina. El diálogo interdisciplinario continuo y el uso de múltiples fuentes históricas, así como de diversas temporalidades, nos permiten negar la tesis del historiador del siglo 19 Francisco Adolfo Varnhagen, quien afirmó que para los indios no habría historia sino solo etnografía [que implicaría asumirlos como grupos humanos que viven en un estado inferior]. Más importante aún, una de las preocupaciones de la historiografía reciente sobre los mundos indígenas no es construir una imagen del "indio genérico", una víctima de los primeros contactos con los europeos, "diezmada" y "asimilada", o sea, en proceso de desaparición. Por el contrario, en los últimos años, las investigaciones han estado resaltando las acciones indígenas que han revelado que cada unidad indígena tiene un carácter étnico, lo que le permite construir y activar un puesto frente a los no indígenas en diferentes espacios fronterizos y en nuevas post-territorializaciones: contacto en las Américas portuguesa, española e inglesa. E incluso si se lo niega a nivel discursivo, los pueblos indígenas están políticamente organizados, afirman sus etnias y reclaman la legitimidad de sus recuerdos e historias.

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